Buscan vida inteligente en Kepler-22b




La SETI, la organización que rastrea señales de civilizaciones extraterrestres, apunta sus telescopios hacia el nuevo planeta descubierto por la NASA que puede ser habitable. «Ese es el tipo de mundo que podría ser el hogar de una civilización capaz de construir transmisores de radio», dicen los científicos.


El Allen Telescope Array (ATA), la red de telescopios del famoso instituto SETI en California para la búsqueda de señales de inteligencia extraterrestre, ha reactivado sus sistemas después de varios meses de parón con un nuevo objetivo hacia el que apuntar sus antenas. Se trata de los candidatos a exoplanetas recientemente descubiertos por el telescopio espacial Kepler de la NASA, entre los que se encuentra el ya famoso Kepler-22b, que se encuentra en la zona de habitabilidad de una estrella similar al Sol a 600 años luz de distancia de la Tierra. Este mundo parece cumplir las condiciones para poder tener agua en estado líquido en su superficie y supone una esperanza en la búsqueda de compañía en el Universo.

«Esta es una excelente oportunidad para las observaciones», afirma en un comunicado Jill Tarter, director del Centro para la Investigación del instituto SETI. «Por primera vez, podemos apuntar nuestros telescopios a las estrellas y saber que esas estrellas son realmente anfitrionas de sistemas planetarios, incluyendo al menos uno que se parece a la Tierra, situado en la zona habitable alrededor de su estrella. Ese es el tipo de mundo que podría ser el hogar de una civilización capaz de construir transmisores de radio».

La red ATA dejó de funcionar el pasado mes de abril como resultado de la retirada del apoyo al SETI de la Universidad de California, Berkeley, debido a déficits presupuestarios. Pero gracias a nuevos fondos recientemente adquiridos, el observatorio ha comenzado de nuevo a trabajar. Su objetivo ahora es examinar los miles de candidatos a planetas recién descubiertos por Kepler. Dará mayor prioridad a un puñado de mundos descubiertos hasta ahora que se encuentran en la zona habitable de su estrella, donde las temperaturas no son ni demasiado calientes ni demasiado frías para que exista agua líquida. La mayoría de los astrobiólogos consideran que el agua líquida es la condición sine qua non para la vida.

Dos años de observaciones

Según Tarter, la intención de SETI es examinar todos los sistemas planetarios encontrados por Kepler, sin ideas preconcebidas. Las observaciones en los próximos dos años permitirán una exploración sistemática de estos descubrimientos de Kepler en toda la ventana de microondas terrestres de 1 a 10 GHz. Lógicamente, Kepler-22b resulta fascinante. Es el primero en el que se ha completado el estudio para ratificar su clasificación como planeta en una zona habitable. «Un gran hito en la búsqueda del planeta gemelo a la Tierra», reconocían hace unos días desde el programa Kepler.

«El éxito de Kepler ha creado una increíble oportunidad para concentrar la investigación del SETI», señala Tarter. «Vale la pena el trabajo duro para ayudar a resolver una de las preguntas de investigación más profundas de la humanidad», añade Tom Pierson, director ejecutivo del Instituto SETI.


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