Secretos al descubierto en la necropsia del calamar gigante hallado en el Estrecho
La investigación puede aportar datos genéticos y variada información sobre los comportamientos de los calamares gigantes. El Centro de Gestión del Medio Ambiente del Estrecho (Cegma) ha sido el lugar elegido para llevar a cabo la primera necropsia de un calamar gigante en Andalucía. La llevó a cabo, con ayuda de varios representantes del centro, el profesor Ángel Guerra, una eminencia en la materia y que ha efectuado más de 50 acciones similares en cefalópodos de todo el mundo.
El ejemplar sobre el que busca información es un calamar que se halló varado en la zona de Punta Carnero, en Algeciras, el pasado mes de octubre y cuya longitud era de 3,6 metros de longitud y pesaba 70 kilos. Desde entonces hasta ahora ha permanecido en el Cegma y ahora Guerra ha sexado, tomado datos biométricos y recogido muestras de su estómago, vísceras y tejido muscular para conocer más sobre su alimentación y genética. El cuerpo sin vida del animal se ha sometido a una primera fase de fijación en la que se le ha introducido en una urna de metacrilato con fluidos conservantes durante unos dos meses. En la segunda fase se conservará con formol.
Los calamares gigantes son cefalópodos que habitan en profundidades mayores de 600 metros y cuyo único depredador natural es el cachalote (Physeter macrochepalus) el cual pasa una parte del año en las aguas del Estrecho. Se caracteriza por tener unas dimensiones superiores a las medidas convencionales con tentáculos muy largos que no son retráctiles.
En el mundo existen 4 especies de las cuales sólo una, la architeuthis dux, vive en las aguas españolas. Gracias a las necropsias y los posteriores estudios genéticos se ha podido determinar que de las 11 subespecies de las que estaba compuesto el architeuthis dux realmente sólo existe una. Esta especie no es comestible debido a las altas concentraciones de
amoniaco en su tejido muscular.
Guerra ha comentado que "el animal varado aquí en la zona de la bahía es muy interesante ya que no hay datos de una población estable
en el Estrecho", aunque su tamaño impresiona, admitió que él, en su dilatada trayectoria, había visto otros de mayores dimensiones. El objetivo, tras la conservación en formol, es exponerlo, posteriormente, en los centros de los que dispone la Consejería de Medio Ambiente.
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